Poliamor lo nuevo en relaciones Amorosas

Poliamor lo nuevo en relaciones Amorosas

En la sociedad actual, las relaciones amorosas han evolucionado y se han vuelto más diversas. Una de las formas en las que esto se manifiesta es a través del poliamor, un concepto que desafía las convenciones tradicionales del amor y las relaciones monógamas. En este artículo, exploráremos en profundidad qué es el poliamor, cómo funciona y cómo se puede practicar de manera saludable y consensuada.

¿Qué es el poliamor?

El poliamor es un enfoque de las relaciones amorosas que implica tener múltiples conexiones emocionales y románticas de manera simultánea, con el consentimiento y la comunicación abierta entre todas las partes involucradas. A diferencia de la monogamia, donde una persona tiene una única pareja exclusiva, en el poliamor las personas pueden establecer vínculos íntimos y afectivos con varias personas al mismo tiempo.

Principios del poliamor

El poliamor se basa en una serie de principios fundamentales que son esenciales para su practica saludable:

  1. Honestidad y transparencia: En el poliamor, la comunicación abierta y sincera es primordial. Todas las partes involucradas deben compartir sus sentimientos, necesidades y expectativas de manera honesta y transparente.
  2. Consentimiento informado: Todas las relaciones y acuerdos en el poliamor se basan en el consentimiento informado de todas las personas involucradas. Nadie debe ser coaccionado o presionado para participar en una relación poliamorosa.
  3. Comunicación efectiva: La comunicación clara, respetuosa y constante es esencial en el poliamor. Las personas deben ser capaces de expresar sus emociones, resolver conflictos y establecer límites de manera abierta y constructiva.
  4. Responsabilidad emocional: Cada individuo es responsable de su propio bienestar emocional y debe ser consciente de sus necesidades propias y límites. Esto implica trabajar en el crecimiento personal y buscar el apoyo necesario para mantener relaciones saludables.
  5. No jerarquía: Algunas relaciones poliamorosas pueden tener jerarquías, donde una relación se considera principal y otras secundarias. Sin embargo, es importante recordar que todas las conexiones tienen valor y deben ser respetadas.

Formas de practicar el poliamor

El poliamor se puede practicar de diversas formas, dependiendo de las preferencias y acuerdos de las personas involucradas. Algunas de las estructuras más comunes incluyen:

  1. Polifidelidad: En este caso, un grupo de personas establece una relación exclusiva entre ellos, donde todos son sexuales y emocionalmente monógamos dentro del grupo.
  2. Relaciones abiertas: En este tipo de poliamor, las personas tienen multiples parejas y pueden tener encuentros sexuales o romanticos fuera de esas relaciones principales.
  3. Redes poliamorosas: En este escenario,

Es fundamental que todas las partes involucradas estén de acuerdo en cada punto de las estructuras expuestas.

¿Pueden regularse las relaciones poliamorosas en España?

La realidad nos demuestra que este tipo de vínculo puede tener un carácter igual de estable o de inestable ,que el que nos encontramos en las parejas tradicionales. A día de hoy, nada nos indica que una relación poliamorosa tenga por qué tener peor futuro que una pareja de dos.

Tampoco sería acertado asegurar que en una relación poliamorosa pueden surgir más conflictos que en otro caso: de hecho, quienes apuestan por este modelo de unión cuentan con mejores herramientas a la hora de gestionar cualquier posible disputa.

Lo que sí es cierto es que desde el punto de vista jurídico, complica las cosas para todas las partes implicadas, incluyendo a los abogados. Al fin y al cabo, el simple hecho de que un número mayor de integrantes formen parte de la relación generan un número mayor de derechos y deberes cruzados.

En la práctica, es un hecho que el poliamor no está regulado legalmente en España, aunque existen pequeñas legalidades que pueden servir para delimitar derechos y deberes en diferentes aspectos. Hay que aclarar que el hecho de que el poliamor no esté regulado no significa que sea ilegal: simplemente, nuestras normas no están adaptadas a su existencia, de forma que este tipo de unión no cuenta con amparo legal ni está reconocida.

Además, a pesar de lo que digan las leyes, las partes pueden llegar a acuerdos para regular su convivencia y potencial ruptura. Para ello resulta muy conveniente la ayuda de un abogado o abogada.

Relaciones poliamorosas y custodia de menores

Quizás el punto que más debate genera y uno de los más interesantes jurídicamente, es el relacionado con la guarda y custodia de menores.

En principio, nuestro ordenamiento jurídico solo permite la existencia de dos progenitores, partiendo de una perspectiva biológica. Afortunadamente y de forma necesaria para nuestro avance social, hemos progresado en aspectos como la filiación en caso de reproducción asistida y en cuanto a los derechos de parejas del mismo sexo en materia reproductiva, pudiendo acceder a la adopción o a la reproducción asistida en igualdad de condiciones.

Sin embargo, la realidad es que, en la situación actual, sería imposible que tres personas o más pudieran ostentar la custodia de un menor, por mucho que todas ellas hayan convivido durante el mismo tiempo con él y hayan participado en la misma medida en su crianza.

Solo dos personas pueden constar registralmente como progenitores del niño, aunque sí sería posible conseguir un derecho de visitas más o menos amplio para el resto de integrantes de la relación, siempre pensando en el bienestar del niño. En la práctica, ya vemos cómo figuras relevantes para el menor, los abuelos, tíos, etc. pueden obtener un derecho de visitas sin dificultad.

Además, claro está, hablamos de los límite de la ley: las partes implicadas podrían libremente llegar a acuerdos privados que permitan un disfrute armonioso y equitativo en favor del niño para cada miembro de la unión, independientemente de una posible ruptura o escisión dentro de la relación.

Otro aspecto importante tiene que ver con la posibilidad de nombrar tutor a uno de los miembros de la relación a pesar de que no conste registralmente como responsable de su guarda y custodia. Hay que recordar que, de la misma manera que podemos designar a un abuelo o a un amigo como tutor del niño en caso de fallecimiento de la pareja, podríamos hacer lo mismo con una persona integrada en una relación poliamorosa.

En cualquier caso, probablemente sea mucho más útil para las partes someterse a procedimientos de medicación familiar en caso de conflicto ante una ruptura total o parcial de la unión.

No hay que perder de vista que, al tratarse de un tipo de relación relativamente ‘desconocido’ en España, dejar el proceso de decisión en manos de un juez supone una pérdida de control para todas las partes. En caso de dar con un profesional con escaso conocimiento social en la materia, el proceso podría enquistarse, encarecerse y no dar el resultado esperado.

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